viernes, julio 02, 2004

Qué difícil es seguir como zombie en este letargo sentimental y saber que las cosas no van a cambiar, que no habrá una recuperación esta vez, pues las cosas así sólo pueden podrirse cada vez más rápidamente. Por eso lloré por la muerte de esa mujer y me dio vergüenza dar el pésame a su hija, pues lo que realmente sentía en ese momento no era pesar por su muerte, sino envidia del valor y de la fe con que se aferró a la vida.
Pero, realmente vale la pena aferrarse así?
A veces, cuando alguien muere, siento estar usurpando un lugar que no me corresponde ya.
Su muerte me ha dejado pensando ¿Qué sería lo que le daba esa fuerza? ¿su fe? ¿la necesidad de trascender a través de sus hijos? ¿su instinto natural? ¿no será la fe tan sólo una parte de ese instinto? ¿será el amor la semilla de la fe?
Quisiera dormirme y soñar que soy feliz, sin tener que despertar.